Holy Motors: La belleza del cine, la belleza de la vida | Reseña
- Manuel Rodríguez
- 20 ene 2016
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 jul 2022
Puntuación: 9.3/10
"Por la belleza del gesto".
Holy Motors desprende de sus tomas cercanas a los personajes, de su musicalidad y del mensaje que intenta transmitir, una frase que se inserta en lo más profundo de los espectadores: "Por la belleza del gesto", la misma belleza que se aprecia en cada toma cabalmente lograda, en las actuaciones loables de los actores y la cercanía que se logra con cada uno. ¿Es esto acaso suficiente para que el espectador encuentre satisfacción al ver Holy Motors? ¿Por qué una frase como "Por la belleza del gesto" debería importarnos?

Léos Carax dirigió esta cinta y en el 2012 fue lanzada, cuando logró vencer en varios festivales como el Chicago International Film Festival, entre otros. Pero esto no debería ser razón para convencernos de ver el filme; es necesario que la trama se conecte en el interior de cada individuo, que las tomas sean tan fascinantes que el aburrimiento esté descartado, y que el director sepa aprovechar los espacios para hacerlos amenos a la vista del espectador; ciertamente, Holy Motors logra este cometido: Desde la primera escena hasta a la última las locaciones cambian constantemente, los actores se renuevan y los escenarios refrescan, ni una sola toma se repite. Si lo que el espectador busca es variedad la encontrará: desde asesinatos, hasta”preludios” de música que relajan en la mitad de la película. Es sin duda una cinta “bien lograda”, en el lenguaje más coloquial. Al menos técnicamente y visualmente, sorprende al espectador cada diez minutos, sin mencionar que está cargada de un sarcasmo y una hilaridad tan sutiles pero bien ubicados que logran llegar a la risa del espectador. Por supuesto, no todo es perfecto. Sigue siendo un filme “fuerte” por su alto contenido filosófico; que en parte conecta al espectador, y en parte lo aleja. [Es cuestión de gustos, después de todo]. Sin embargo, a pesar de eso, hay que apreciar el intento de comunicar ideas poco transmisibles por palabras, a un grupo mayor a través de las imágenes. Y ese es el logro final de Holy Motors: Mostrarle al espectador que los escenarios ridículos que se presentan están al lado de su puerta, intentar acercarlo a una belleza escondida como la que retrataba el poeta francés Baudelaire, cerrar las brechas entre el arte, y la vida.
Desde mi punto de vista, podría describir este film bajo 3 conceptos: bizarra, surrealista y lúdica. Dentro de una constante de crítica a la cinematografía e imaginación relativa sobre el cuestionamiento de nuestra identidad e interpretación a la vida.