Batman vs Superman: El origen de la justicia | Reseña
- Manuel Rodríguez
- 26 mar 2016
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 jul 2022
Puntuación: 6.7/10

Después de la destrucción que causó la batalla entre Superman (Henry Cavill) y Zod, Metrópolis quedó parcialmente destruida y Batman (Ben Affleck) paralelamente con Lex Luthor (Eisenberg) buscan la manera más eficaz para matar al extraterrestre y salvar a la humanidad de una próxima catástrofe.
El filme comienza con un recuerdo de la juventud de Bruce Wayne, en el que se recapitula la muerte de sus padres a manera de introducción. La seriedad con la que se atiende al asunto y el semblante de un drama deja entrever una idea del espectáculo visual que se presenciará durante las siguientes dos horas. A continuación se presenta una escena impactante en la que se muestra la destrucción de Metrópolis a causa de la batalla de Superman y Zod, y los residuos de ésta son, entre muchos, el odio de Batman y de Lex.
Los fans de los cómics querrán disfrutar de la fidelidad con que la película quiso llevar a la pantalla gigante la trama principal de las historias de papel.
La manera en la que se desarrolla el entramado de la película dificulta su posterior asimilación. Tanto, que resulta una tarea complicada poder contar lo que sucedió: de nuevo, esta no es una película que cuente mucho, mas una película que muestra mucho, y tal vez excesivamente. Está rodada con muchas escenas que salen de la nada, que no siguen una historia lineal, con lo cual el hilo narrativo del filme se va opacando hasta que se deja lo verdaderamente importante para el final: La “guerra” entre Batman y Superman. Ya que no se entiende muy bien por qué el nombre de la película, parece más una introducción de dos horas y media para La liga de la justicia. Pero no todos los comentarios pueden ser desastrosos. Sin duda es una película entretenida, visualmente loable, y con unas actuaciones relevantes. Los fans de los cómics querrán disfrutar de la fidelidad con que la película quiso llevar a la pantalla gigante la trama principal de las historias de papel. Esto resultó con un buen Batman y Superman, pero sus actuaciones no pueden ser comparadas con las anteriores como la de Christian Bale en las entregas del director Nolan, pues las películas son completamente diferentes. Lo importante no es centrarse en las dificultades existenciales y psicológicas de un hombre que es el salvador de una ciudad corrompida, sino en la actitud, la presencia y la copia fiel de los cómics. Falla, sin embargo, en tratar de presentar una gran propuesta y en presentarla con desorden, falla en ciertas actuaciones, como la de Eisenberg, forzada y salida de tono, y en su guión inclinado a preguntarse sobre el papel de los dioses en un mundo de hombres que convierten la película en un torbellino oscuro; falla también en la falta de humor-tal vez una característica fundamental cuando se presenta un mundo fantástico de héroes-. En cuanto al reparto, se desaprovechan actuaciones que pudieron ser mejores, pero se destaca la entrada de Gal Gadot como la Mujer Maravilla, quien tiene su propia escena de acción con una banda sonora que acompaña perfectamente el momento (algo muy propio del estilo del director Zack Snyder).
En cuanto a cuestiones técnicas es importante destacar la pericia del director. Y aunque el uso excesivo de CGI ha sido criticado, no parece tanto ser un error de cantidad sino de momento, pues se utiliza en ocasiones en las que no sería necesario hacerlo. Incluso el tan criticado Doomsday no decepciona y se convierte en una amenaza no menos grande que en los cómics. Pero Zack Snyder tiene fama de utilizar mucho los efectos especiales, y en los momentos en los que es necesario lo hace laudablemente. Como se dijo, se introducen elementos importantes para las siguientes entregas. De una manera un poco sutil pero desatinada (más o menos por la mitad de la película). Y esto no deja procesar la información con la importancia con la que se debería procesar, pues es el nuevo universo de DC Comics el que se está construyendo. Sin embargo, logra ser una buena introducción, y a pesar de sus desaciertos no deja de intrigar acerca de cómo se desarrollará la Liga de la justicia. Esperamos que sea con más calma, que el hilo narrativo fluya con tranquilidad y que las sorpresas se dejen para el final, como un postre después del banquete.
Si se entiende a Batman vs. Superman como eso, un primer paso hacia lo que vendrá, tal vez no se explique semejante esfuerzo, tamaño y duración (dos horas y medias: no pasa nada cuando arrancan los títulos finales), pero los fanáticos no entienden razones, sino que se rigen por el corazón, y para ellos está destinada esta película.