Reseña | Bumblebee (2018)
- Manuel Rodríguez
- 16 ene 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 jul 2022
Puntuación: 7.0/10

Travis Knight, el director de Kubo y La búsqueda samurái (2016) regresa con la última y la mejor película de Transformes hasta la fecha (sin contar las animadas). La película funciona como precuela de la franquicia que comenzó con Transformers (2007). La historia comienza con la caída de Cybertron y el escape de los Autobots. Ante la inminente pérdida de la guerra, Optimus Prime le ordena a Bumblebee escapar y restablecer sus fuerzas en la tierra, mientras los demás miembros del equipo llegan. La tarea de Bumblebee se ve dificultada por la amenaza de las fuerzas militares humanas y de los Decepticons, quienes buscan eliminar a los miembros restantes de los Autobots. Por suerte, Charlie (interpretada por Hailee Steinfeld) lo ayudará.
Podemos pensar en Bumblebee como un coming-of-age, en donde los personajes evolucionan al final de la película. Es curioso que Hailee Steinfeld ya había actuado en otro coming-of-age (The Edge of Seventeen) y a lo mejor por eso la escogieron para el papel. Resulta ser una gran elección, pues la actuación de la actriz resalta en la película. Hailee interpreta a Charlie, quien se encuentra en un estado de duelo por la reciente muerte de su padre. Es extraño que solo a ella parezca importarle la muerte del padre, pues su hermano y su madre se adaptan rápido al cambio. Charlie abandona todo hobby que le recuerda a su padre excepto por la reconstrucción de un viejo Cadillac rojo que armaba con él, tal vez porque sea su única forma de escape del ambiente claustrofóbico en el que vive. Finalmente, se encuentra a Bumblebee, quien después de una pelea pierde su voz y gran parte de su movilidad.
No se nos muestra un momento explícito en el que Charlie ayuda a Bumblebee a recuperarse, pero suponemos que lo ha hecho porque en las escenas siguientes el robot gigante está listo para conducirse y pelear; aunque la escena en donde aprende a usar el radio como voz es divertida y emocional. En todo caso, el encuentro con Bumblebee hace que ella crezca personalmente, y la transformación del robot en carro se nos presenta en su forma más alegórica, es decir, como un medio de empoderamiento y escape. La película prueba que con una historia simple las bases de la relación entre humanos y máquinas vuelven a ser importantes, aunque la relación de los MECHAS con la política es explorada todavía en sus bases más primitivas, pues es una política de guerra.
La película hace bien en recuperar estos tropos del anime original y reescribirlos en un escenario actual—aunque algunas veces no se decida por una propuesta política concreta. Por eso mismo tenemos grandes escenas contrastadas con otras pobremente escritas. Por ejemplo, la escena en la que Charlie decide no tener una relación con su vecino y amigo es importante porque resalta el hecho de que no por ser un personaje femenino siempre tiene que tener un fin sentimental. Por otro lado, tenemos al agente Burns (interpretado por John Cena), quien no deja de ser un personaje típico de historia de acción, copiado de cualquier otra película de género. Su personaje es predecible y lo conocemos por otras miles de historias, y esto solo lo convierte en un elemento que sobra en la estructura general de la propuesta que Bumblebee intenta alcanzar.
Si no fuera por estos inconvenientes de escritura, la película sería mucho mejor. Las escenas de acción son mucho mejores que varias en las anteriores entregas, los personajes son menos caricaturescos y ridículos. Uno siente que por primera vez tienen en cuenta a un público real que busca identificarse con lo que están viendo. En caso de ser la primera de muchas películas, es un buen comienzo; si resulta ser la última de la franquicia, fue el mejor final.
Adopta un novedoso y estimulante punto de vista para la saga al inspirarse en las comedias y los filmes de aventuras que popularizaron directores como Steven Spielberg.